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Fusarium 3 en Tomate de Industria: Síntomas, Prevención y Soluciones
El conocido Fusarium 3, es uno de los retos actuales más significativos para los agricultores que cultivan tomate de industria. Esta enfermedad puede comprometer seriamente el desarrollo y el rendimiento del cultivo si no se toman medidas preventivas. Por ello, a través de este artículo analizaremos sus principales síntomas, medidas de prevención y algunas soluciones para erradicarlo.

¿Cómo reconocer el Fusarium 3?
Los síntomas varían según la fase de desarrollo de la planta, pero algunos de los signos visibles que deben alertar al agricultor serían:
- En plantas jóvenes: enanismo, amarilleo y marchitez de los cotiledones.
- En plantas más desarrolladas podremos encontrar amarilleo unilateral inicial de hojas o ramas, que progresa hasta la clorosis completa de la rama afectada.
- Marchitez durante las horas de mayor calor, especialmente al mediodía.
- Decoloración de los tejidos vasculares, que puede extenderse desde las raíces hasta los tallos y ramas.
Estos síntomas no solo afectan el crecimiento general de la planta, también reducen la cobertura del cultivo, lo que puede exponer los frutos al sol y deteriorar la calidad del producto final.
¿Cuándo se manifiesta con mayor intensidad?
Aunque no hay una fase específica del cultivo más vulnerable, la enfermedad puede atacar tanto en fases tempranas (viveros o trasplantes recientes) como en etapas más avanzadas. En las primeras, puede provocar la muerte de la planta. En fases posteriores, causa amarilleo e incluso la muerte de las hojas más viejas.
Impacto en el rendimiento
El Fusarium 3 afecta negativamente al rendimiento. Las plantas infectadas presentan menor crecimiento, lo que reduce su capacidad fotosintética y, en consecuencia, la acumulación de azúcares en el fruto. Aunque no hay datos específicos sobre la calidad del fruto, la lógica indica un impacto negativo en la producción.
Condiciones que favorecen la aparición del Fusarium 3
Las condiciones que pueden favorecer el desarrollo de la enfermedad pueden ser:
- Suelos cálidos, con temperaturas alrededor de los 28 °C.
- Suelos con pH elevado y fertilización excesiva (especialmente fósforo, microelementos y nitrógeno amoniacal).
- Daños mecánicos en las raíces o la presencia de nematodos que faciliten la entrada del patógeno.
Estrategias de prevención
Para minimizar el riesgo de infección, se recomienda llevar a cabo las siguientes estrategias de prevención:
- Uso de material vegetal limpio y certificado.
- Elección de variedades resistentes, como N6428 y N6556.
- Rotación de cultivos con especies no hospedantes (como las brassicas).
- Manejo responsable del suelo, incluyendo el control de nematodos y el uso racional de fertilizantes.
- Aplicación de agentes biológicos como Trichoderma en campos con antecedentes problemáticos.
- Desinfección del equipo al cambiar de campo.
En zonas como Extremadura, técnicas como la biosolarización pueden no ser viables, por lo que se hace aún más relevante la elección de variedades resistentes y el uso de portainjertos en casos extremos.
Errores comunes
Uno de los fallos más frecuentes entre los agricultores es no desinfectar adecuadamente el equipo cuando se detectan los primeros síntomas, facilitando así la propagación del hongo entre parcelas. Es un gesto sencillo, que puede traer terribles consecuencias.
¿Qué variedades de BASF | Nunhems presentan resistencia a Fusarium 3?
BASF | Nunhems ofrece en su catálogo de tomate de industria dos variedades con resistencia al Fusarium 3 que se adaptan perfectamente a las condiciones de cultivo en España y Portugal:
- N6428: Esta variedad se caracteriza por su planta fuerte, con excelente sanidad, lo que le otorga un alto potencial productivo. Es resistente a Fusarium 3 y TSWV, lo que la convierte en una opción muy fiable ante condiciones adversas. Su resistencia a la sobremaduración permite además ampliar la ventana de cosecha. El fruto presenta un tamaño de 80-90 gramos.
- N6556: Es una variedad diseñada para aportar seguridad en la producción. Es resistente a Fusarium 3 y presenta una planta sana y compacta con gran capacidad de cuaje incluso con temperaturas elevadas. Está especialmente indicada para trasplantes de abril y mayo, con buen aguante en campo. Es ideal para procesamiento en dados y pasta. El fruto tiene un tamaño de 75-80 gramos.
Ambas opciones constituyen soluciones eficaces dentro del manejo preventivo del Fusarium 3, facilitando una producción estable, rentable y de calidad.